Son aquellos que viven en su intestino, en su sangre o en otros órganos internos como el corazón, pulmones, hígado o riñones, diferentes gusanos intestinales ( nematelmintos y platelmintos), gusano del corazón y diversos protozoos.
Ancylostoma tiene un ciclo de vida directo, pero bastante complejo. Tras la excreción de los huevos en las heces, las larvas se desarrollan en su interior y eclosionan en 2 a 9 días. Completan su desarrollo a larvas infectivas del estadio L-III en el exterior. Son muy buenas nadadoras y aprovechan la humedad sobre la vegetación para desplazarse. Ahí esperan al paso de un huésped adecuado. Las larvas pueden sobrevivir durante semanas en suelos húmedos y frescos, pero no sobreviven mucho tiempo a temperaturas extremas o en suelos secos.
Además de los hospedadores finales (perros, gatos, zorros), también pueden infectar a roedores (ratas, ratones) como hospedadores secundarios. En ellos no completan el desarrollo a adultos, pero pasan al hospedador final cuando éste los caza y se los come.
Las larvas infectivas penetran en el hospedador final o intermediario por ingestión directa de agua, sólidos o presas contaminados, o a través de la piel.
Tras la ingestión por el perro o el gato, la mayoría de las larvas L-III llegan directamente al intestino donde completan el desarrollo a adultos, se instalan fijándose a la pared intestinal y comienzan a producir huevos. Sin embargo, algunas larvas penetran al interior del cuerpo e incian una migración a través de distintos órganos (larva migrans), para finalmente alcanzar la tráquea y, tras llegar a la boca volver a ser tragados. Durante esta migración pueden enquistarse en músculos, grasa u otros tejidos y permanecer latentes por tiempo indefinido.
Las larvas que penetran a través de la piel alcanzan el sistema circulatorio, llegan a los pulmones y a través de la tráquea, por tos o estornudos llegan a la boca para ser tragados. De allí prosiguen hasta el intestino delgado donde se fijan, completan el desarrollo a adultos y comienzan a poner huevos.
Una vez reactivadas las larvas en los tejidos pueden llegar a las glándulas mamarias de las madres e infectar a las crías a través de la leche; o atravesar el útero e infectar directamente el feto (infección intrauterina).
El tiempo de prelatencia mínimo dura de 2 a 4 semanas. Notablemente más en caso de migración somática de las larvas.
Las larvas pueden ocasionalmente infectar a los seres humanos a través de la piel, por ejemplo por andar con pies desnudos. Las larvas migrarán a través de la piel (larva migrans cutánea): dejan un rastro bajo la piel como de líneas rojas, que pican notablemente y a veces pueden abrirse e infectarse. De ordinario las larvas acaban muriendo en pocas semanas. Es bastante raro que estas larvas alcancen otros órganos en seres humanos.
El diagnóstico preciso de Ancylostoma exige el examen de materia fecal al microscopio para identificar los huevos, si bien no es fácil distinguir los huevos de Ancylostoma de los de otras especies de nematodos gastrointestinales.
Para el dueño del perro no es posible determinar un diagnóstico preciso sobre qué gusanos específicos afectan a su mascota, y por tanto qué medicamento debe emplear. Es ineludible consultar a un médico veterinario.
A las crías conviene tratarlas de modo preventivo con un antihelmíntico a partir de las 3 semanas, cada 2 a 3 semanas hasta los tres meses. Es muy recomendable tratar al mismo tiempo a las madres.
También es muy recomendable tratar a las mascotas adultas, aunque no haya crías, según la recomendación del veterinario en base a la situación epidemiológica local y a las condiciones particulares en las que vive la mascota (apartamento, casa con jardín, entorno rural, etc.). Si es posible y económicamente viable conviene hacer un examen de materia fecal (coprológico) para diagnosticar la presencia o no de éste u otros helmintos parásitos, antes de proceder a tratamientos preventivos o curativos.
Si se han adquirido un nuevo animal es muy recomendable tratarlo inmediatamente, y si posible obtener del propietario anterior el historial médico al respecto.
Todo esto es especialmente recomendable e importante en hogares donde hay niños que juegan con las mascotas y podrían fácilmente infectarse con huevos o larvas. Hay que educar a los niños a lavarse las manos antes de comer, a evitar el contacto con los excrementos de las mascotas, etc. También es muy recomendable que las mascotas se acostumbren a no defecar donde juegan los niños.
Animales con infecciones graves, además del tratamiento antihelmíntico pueden necesitar suplementos nutritivos ricos en proteínas y hierro para recuperarse de las secuelas de las hemorragias.
Las tetrahidropirimidinas (pirantel, morantel) tienen un espectro menor pero también son eficaces contra estos nematodos.
La mayoría se están disponibles en forma de formulaciones
Algunos de estos compuestos no son eficaces contra las larvas migratorias. Por ello, a menudo se recomienda repetir el tratamiento a las 2 a 4 semanas, pues se supone que en ese tiempo la mayoría de las larvas latentes se habrán reactivado y vuelto susceptibles al antihelmíntico.
Por ahora no hay ni vacunas ni repelentes contra estos u otros gusanos parásitos de perros y gatos.
-Toxocara canis es un helminto nematodo gastrointestinal parásito específico de los perros y otros cánidos.
Los huevos y las larvas son muy resistentes en el medio ambiente y pueden permanecer infectivos durante meses y años. Por ello hay que tener en cuenta que la mayoría de los parques y lugares donde juegan o pasean los perros estarán contaminados con ellos.
Hay que considerar que los seres humanos, en especial los niños pueden infectarse con huevos y larvas de T. canis. En los seres humanos, si bien las larvas no completan el desarrollo a adultos, se comportan en parte de modo similar a como lo hacen en los perros y pueden dañar numerosos órganos (hígado, riñones, pulmones, corazón, ojos, etc.). Están especialmente expuestos a infectarse los niños.
Toxocara cati, otra especie del mismo género infecta a los gatos ; Toxocara vitulorum a los bovinos .
La enfermedad causada por las infecciones con este nematodo gastrointestinal se conoce como toxocariasis.
El órgano predilecto de Toxocara canis es el intestino delgado, pero las larvas migratorias pueden hallarse en la cavidad intestinal y en numerosos órganos (pulmones, ojos, corazón, hígado, etc.)
Se emplean también sobre todo los benzimidazoles (p.ej. albendazol, fenbendazol, febantel), algunos endectocidas –ivermectina,milbemicina oxima, moxidectina– y la emodepsida.
Estos antihelmínticos están disponibles en varios tipos de formulaciones orales (p.ej. tabletas), inyectables y como pipetas (=spot-ons).
Os sigo contando cosas otro día, os hablaré de los Platelmintos ( Dipylidum caninum y Echinococcus ), también sobre los parásitos cardiopulmonares ( Dilarofilaria immitis y Filaroides osleri ), y sobres los parásitos protozoos que también afectan a nuestros perros como Babesia, Coccidia, Giardia canis, Leishmania y Toxoplasma gondii.
NEMATELMINTOS
Son gusanos cilíndricos y delgados que no poseen segmentos, cubiertos por una cutícula gruesa, son microscópicos aunque algunos pueden alcanzar un metro de longitud, habitan en ambientes húmedos y la mayoría son parásitos, tienen un cuerpo sólido y compacto, poseen músculos longitudinales lo que les confiere un movimiento en forma de látigo. Poseen órganos sensoriales desarrollados, no son hermafroditas, las hembras pueden poner 200.000 huevos en un día.
-Ancylostoma caninum es un helminto nematodo intestinal parásito específico de los perros y otros cánidos (zorros, coyotes, lobos, etc.), y ocasionalmente de gatos y seres humanos. Se da en todo el mundo.
El órgano predilecto de Ancylostoma es el intestino delgado, pero las larvas migratorias pueden hallarse en la piel, sistema circulatorio, pulmones, bronquios y tráquea.
Los adultos de Ancylostoma son más bien pequeños, pues miden de 5 a 15 mm. Tienen la típica forma de gusano redondo y la parte anterior del cuerpo muestra la forma de un garfio o gancho. La gran cápsula bucal tiene dientes cortantes. Los adultos se fijan a la pared intestinal del hospedador y chupan sangre, es decir, son hematófagos.
Los huevos son ovoidales, miden unas 40 x 65 micras y, al tiempo de su deposición en las heces, contienen ya de 4 a 16 células. Tienen una envoltura fina. Eclosionan 2 a 9 días tras la deposición.
Además de los hospedadores finales (perros, gatos, zorros), también pueden infectar a roedores (ratas, ratones) como hospedadores secundarios. En ellos no completan el desarrollo a adultos, pero pasan al hospedador final cuando éste los caza y se los come.
Las larvas infectivas penetran en el hospedador final o intermediario por ingestión directa de agua, sólidos o presas contaminados, o a través de la piel.
Tras la ingestión por el perro o el gato, la mayoría de las larvas L-III llegan directamente al intestino donde completan el desarrollo a adultos, se instalan fijándose a la pared intestinal y comienzan a producir huevos. Sin embargo, algunas larvas penetran al interior del cuerpo e incian una migración a través de distintos órganos (larva migrans), para finalmente alcanzar la tráquea y, tras llegar a la boca volver a ser tragados. Durante esta migración pueden enquistarse en músculos, grasa u otros tejidos y permanecer latentes por tiempo indefinido.
Las larvas que penetran a través de la piel alcanzan el sistema circulatorio, llegan a los pulmones y a través de la tráquea, por tos o estornudos llegan a la boca para ser tragados. De allí prosiguen hasta el intestino delgado donde se fijan, completan el desarrollo a adultos y comienzan a poner huevos.
Una vez reactivadas las larvas en los tejidos pueden llegar a las glándulas mamarias de las madres e infectar a las crías a través de la leche; o atravesar el útero e infectar directamente el feto (infección intrauterina).
El tiempo de prelatencia mínimo dura de 2 a 4 semanas. Notablemente más en caso de migración somática de las larvas.
Daño y síntomas causados por infecciones de Ancylostoma
La infección con Ancylostoma puede ser especialmente grave en perros. Los gusanos producen un anticoagulante en la saliva para poder chupar sangre sin que coagule la herida. Al cambiar de sitio, la herida que dejan sigue sangrando, con las consiguientes hemorragias. Se produce anemia por pérdida de sangre que puede ser grave e incluso mortal. También suelen darse vómitos y diarrea negra, palidez de las mucosas, pelo desgreñado y seco, apatía. En animales jóvenes se perturba notablemente el crecimiento y el desarrollo. Las larvas migratorias en los pulmones pueden causar tos y neumonía.Las larvas pueden ocasionalmente infectar a los seres humanos a través de la piel, por ejemplo por andar con pies desnudos. Las larvas migrarán a través de la piel (larva migrans cutánea): dejan un rastro bajo la piel como de líneas rojas, que pican notablemente y a veces pueden abrirse e infectarse. De ordinario las larvas acaban muriendo en pocas semanas. Es bastante raro que estas larvas alcancen otros órganos en seres humanos.
El diagnóstico preciso de Ancylostoma exige el examen de materia fecal al microscopio para identificar los huevos, si bien no es fácil distinguir los huevos de Ancylostoma de los de otras especies de nematodos gastrointestinales.
Para el dueño del perro no es posible determinar un diagnóstico preciso sobre qué gusanos específicos afectan a su mascota, y por tanto qué medicamento debe emplear. Es ineludible consultar a un médico veterinario.
Prevención y control de infecciones de Ancylostoma
Es muy conveniente evitar que las mascotas ingieran tierra u otra materia contaminada con huevos, pero muy a menudo esto es muy difícil de lograr. En criaderos y pensiones de perros es esencial cuidar la higiene y desinfección regular de las jaulas y locales donde están los animales, eliminar diariamente los excrementos, etc.A las crías conviene tratarlas de modo preventivo con un antihelmíntico a partir de las 3 semanas, cada 2 a 3 semanas hasta los tres meses. Es muy recomendable tratar al mismo tiempo a las madres.
También es muy recomendable tratar a las mascotas adultas, aunque no haya crías, según la recomendación del veterinario en base a la situación epidemiológica local y a las condiciones particulares en las que vive la mascota (apartamento, casa con jardín, entorno rural, etc.). Si es posible y económicamente viable conviene hacer un examen de materia fecal (coprológico) para diagnosticar la presencia o no de éste u otros helmintos parásitos, antes de proceder a tratamientos preventivos o curativos.
Si se han adquirido un nuevo animal es muy recomendable tratarlo inmediatamente, y si posible obtener del propietario anterior el historial médico al respecto.
Todo esto es especialmente recomendable e importante en hogares donde hay niños que juegan con las mascotas y podrían fácilmente infectarse con huevos o larvas. Hay que educar a los niños a lavarse las manos antes de comer, a evitar el contacto con los excrementos de las mascotas, etc. También es muy recomendable que las mascotas se acostumbren a no defecar donde juegan los niños.
Animales con infecciones graves, además del tratamiento antihelmíntico pueden necesitar suplementos nutritivos ricos en proteínas y hierro para recuperarse de las secuelas de las hemorragias.
Antiparasitarios químicos
Como antiparasitarios contra Ancylostoma y otros nematodos se usan sobre todo antihelmínticos de amplio espectro como los benzimidazoles (p.ej.albendazol, febantel, fenbendazol), el levamisol, los endectocidas (p.ej. ivermectina, milbemicina oxima, moxidectina, selamectina) y la emodepsida.Las tetrahidropirimidinas (pirantel, morantel) tienen un espectro menor pero también son eficaces contra estos nematodos.
La mayoría se están disponibles en forma de formulaciones
- orales sólidas : tabletas, comprimidos, etc.
- orales líquidas : suspensiones, soluciones, etc.
- inyectables: sobre todo ivermectina y levamisol
- pipetas o spot ons : sobre todo la selamectina y la moxidectina.
Algunos de estos compuestos no son eficaces contra las larvas migratorias. Por ello, a menudo se recomienda repetir el tratamiento a las 2 a 4 semanas, pues se supone que en ese tiempo la mayoría de las larvas latentes se habrán reactivado y vuelto susceptibles al antihelmíntico.
Por ahora no hay ni vacunas ni repelentes contra estos u otros gusanos parásitos de perros y gatos.
-Toxocara canis es un helminto nematodo gastrointestinal parásito específico de los perros y otros cánidos.
Los huevos y las larvas son muy resistentes en el medio ambiente y pueden permanecer infectivos durante meses y años. Por ello hay que tener en cuenta que la mayoría de los parques y lugares donde juegan o pasean los perros estarán contaminados con ellos.
Hay que considerar que los seres humanos, en especial los niños pueden infectarse con huevos y larvas de T. canis. En los seres humanos, si bien las larvas no completan el desarrollo a adultos, se comportan en parte de modo similar a como lo hacen en los perros y pueden dañar numerosos órganos (hígado, riñones, pulmones, corazón, ojos, etc.). Están especialmente expuestos a infectarse los niños.
Toxocara cati, otra especie del mismo género infecta a los gatos ; Toxocara vitulorum a los bovinos .
La enfermedad causada por las infecciones con este nematodo gastrointestinal se conoce como toxocariasis.
El órgano predilecto de Toxocara canis es el intestino delgado, pero las larvas migratorias pueden hallarse en la cavidad intestinal y en numerosos órganos (pulmones, ojos, corazón, hígado, etc.)
Tiene la típica forma de gusano redondo y puede alcanzar de 7 a 18 cm de longitud y 0,3 cm de espesor. Es de un color blanquecino a cremoso. Los adultos disponen de unas típicas aletas cervicales. Los huevos son esféricos u ovales, miden unas 70 x 85 micras, contienen una sola célula y la membrana es gruesa.
T. canis tiene un ciclo de vida directo, pero notablemente complejo. Tras la excreción de los huevos en las heces, las larvas se desarrollan en su interior hasta el estadio L-II en 10 a 15 días. Los perros pero también muy a menudo roedores (ratones, ratas, etc.) ingieren las larvas. Los roedores sirven de hospedador secundario, pero las larvas no continúan el desarrollo a adultos en ellos.
Tras ser ingeridas por el perro, directamente o a través de roedores, las larvas L-II eclosionan en el intestino, atraviesan la pared intestinal y emigran hasta los pulmones a través de la vena porta y el hígado. En los pulmones mudan a L-III y de ahí, pasan de ordinario a la tráquea y, por tos o estornudos, son expulsadas al exterior o llegan a la boca y son ingeridas. Esta migración dura unos 10 días. Una vez ingerida, la larva L-III llega hasta el intestino y muda a L-IV y al estado adulto, en total 25 a 30 días tras la infección. Al poco empieza a producir huevos que se expulsarán por las heces.
Este ciclo suele tener lugar en perros de hasta 3 meses de edad. Los adultos no chupan sangre, sino que se alimentan de los nutrientes del hospedador, con el que compiten.
En perros de más de 3 meses este ciclo se hace cada vez menos fecuente, y por encima de los 6 meses ya no se da. En su lugar, las larvas L-II inician una migración somática que puede llevarles a numerosos órganos: hígado, pulmones, corazón, cerebro, músculo esquelético, y a la pared del tracto gastrointestinal. En estos órganos acaban encapsulándose, inician una etapa de latencia y pueden permanecer infectivas durante años.
En esta migración somática las larvas pueden llegar también a las glándulas mamarias de las hembras y a través de la leche infectar a los cachorros, sobre todo durante las tres primeras semanas de lactancia. Por esta vía, las larvas no harán una migración somática dentro del cachorro, sino que se instalarán directamente en el intestino donde completan el ciclo y empiezan a poner huevos. La madre puede reinfectarse con estos huevos al lamer al cachorro.
También puede darse a veces la infección intrauterina: en las perras gestantes, unos tres meses antes del parto, las larvas L-II atraviesen la placenta y se instalen en los pulmones del feto donde mudan a L-III, justo antes del parto. De allí y a través de la traquea alcanzan el intestino del cachorro donde completan el desarrollo a adultos. Basta una sola infección de la madre, para que ésta infecte a todos los cachorros en los subsecuentes embarazos.
La infección con unos pocos gusanos no produce de ordinario síntomas en los perros adultos. Pero en caso de infecciones masivas (varios centenares) en el intestino puede darse apatía, inapetencia, pelo desgreñado o erizado, debilidad y susceptibilidad a otras enfermedades, oclusiones intestinales e incluso obstrucción de las vías biliares. Las consecuencias son diarrea o extreñimiento, vómitos, sangre en las heces, anemia, etc. Las larvas migratorios pueden dañar a los órganos más afectados como riñones, hígado, pulmones (tos y neumonía son posibles síntomas ), o los ojos.
Todos estos daños pueden darse también en los cachorros, que a menudo muestran un característico vientre hinchado, y en los que estos trastornos afectan negativamente al desarrollo y al crecimiento. Debido a su gran talla, los adultos pueden obturar y perforar el intestino del cachorro. Si no se tratan a tiempo las infecciones de los cachorros con Toxocara canis pueden ser mortales.
El diagnóstico preciso de Toxocara canis precisa del examen de materia fecal al microscopio para identificar los huevos.
Para el dueño del perro no es posible determinar un diagnóstico preciso sobre qué gusanos específicos afectan a su mascota, y por tanto qué medicamento debe emplear. Es necesario consultar a un médico veterinario.
Es muy conveniente evitar que las mascotas ingieran tierra u otra materia contaminada con huevos, pero muy a menudo esto es muy difícil de lograr. En criaderos y pensiones de perros es esencial cuidar la higiene y desinfección regular de las jaulas y locales donde están los animales, eliminar diariamente los excrementos, etc.
A las crías conviene tratarlas de modo preventivo con un antihelmíntico a partir de las 3 semanas, cada 2 a 3 semanas hasta los tres meses. Es muy recomendable tratar al mismo tiempo a las madres.
También es muy recomendable tratar a los perros adultos, aunque no haya crías, según la recomendación del veterinario en base a la situación epidemiológica local y a las condiciones particulares en las que vive la mascota (apartamento, casa con jardín, entorno rural, etc.). Si es posible y económicamente viable conviene hacer un examen de materia fecal para diagnosticar la presencia o no de éste u otros helmintos parásitos, antes de proceder a tratamientos preventivos o curativos.
Si se han adquirido un nuevo animal es muy recomendable tratarlo inmediatamente, y si posible obtener del propietario anterior el historial médico al respecto.
Todo esto es especialmente recomendable e importante en hogares donde hay niños que juegan con los perros y cachorros y podrían fácilmente infectarse con huevos o larvas. Pues los niños están especialmente expuestos a las infecciones con las larvas migratorias (larva migrans): de 1 a 4 años sobre todo por las larvas migratorias viscerales, y de 7 a 8 años por las larvas migratorias oculares que pueden causar ceguera. Para evitarlo hay que educar a los niños a lavarse las manos antes de comer, a evitar el contacto con los excrementos de las mascotas, etc. También es muy recomendable que las mascotas se acostumbren a no defecar donde juegan los niños.
Las tetrahidropirimidinas (pirantel, morantel) y los derivados de la piperazina tienen un espectro menor pero también son eficaces contra los ascáridos.
La mayoría se están disponibles en forma de formulaciones
Algunos de estos compuestos no son eficaces contra las larvas migratorias. Por ello a menudo se recomienda repetir el tratamiento a las 2 a 4 semanas, pues se supone que en ese tiempo la mayoría de las larvas latentes se habrán reactivado y vuelto susceptibles al antihelmíntico.
Tras ser ingeridas por el perro, directamente o a través de roedores, las larvas L-II eclosionan en el intestino, atraviesan la pared intestinal y emigran hasta los pulmones a través de la vena porta y el hígado. En los pulmones mudan a L-III y de ahí, pasan de ordinario a la tráquea y, por tos o estornudos, son expulsadas al exterior o llegan a la boca y son ingeridas. Esta migración dura unos 10 días. Una vez ingerida, la larva L-III llega hasta el intestino y muda a L-IV y al estado adulto, en total 25 a 30 días tras la infección. Al poco empieza a producir huevos que se expulsarán por las heces.
Este ciclo suele tener lugar en perros de hasta 3 meses de edad. Los adultos no chupan sangre, sino que se alimentan de los nutrientes del hospedador, con el que compiten.
En perros de más de 3 meses este ciclo se hace cada vez menos fecuente, y por encima de los 6 meses ya no se da. En su lugar, las larvas L-II inician una migración somática que puede llevarles a numerosos órganos: hígado, pulmones, corazón, cerebro, músculo esquelético, y a la pared del tracto gastrointestinal. En estos órganos acaban encapsulándose, inician una etapa de latencia y pueden permanecer infectivas durante años.
En esta migración somática las larvas pueden llegar también a las glándulas mamarias de las hembras y a través de la leche infectar a los cachorros, sobre todo durante las tres primeras semanas de lactancia. Por esta vía, las larvas no harán una migración somática dentro del cachorro, sino que se instalarán directamente en el intestino donde completan el ciclo y empiezan a poner huevos. La madre puede reinfectarse con estos huevos al lamer al cachorro.
También puede darse a veces la infección intrauterina: en las perras gestantes, unos tres meses antes del parto, las larvas L-II atraviesen la placenta y se instalen en los pulmones del feto donde mudan a L-III, justo antes del parto. De allí y a través de la traquea alcanzan el intestino del cachorro donde completan el desarrollo a adultos. Basta una sola infección de la madre, para que ésta infecte a todos los cachorros en los subsecuentes embarazos.
La infección con unos pocos gusanos no produce de ordinario síntomas en los perros adultos. Pero en caso de infecciones masivas (varios centenares) en el intestino puede darse apatía, inapetencia, pelo desgreñado o erizado, debilidad y susceptibilidad a otras enfermedades, oclusiones intestinales e incluso obstrucción de las vías biliares. Las consecuencias son diarrea o extreñimiento, vómitos, sangre en las heces, anemia, etc. Las larvas migratorios pueden dañar a los órganos más afectados como riñones, hígado, pulmones (tos y neumonía son posibles síntomas ), o los ojos.
Todos estos daños pueden darse también en los cachorros, que a menudo muestran un característico vientre hinchado, y en los que estos trastornos afectan negativamente al desarrollo y al crecimiento. Debido a su gran talla, los adultos pueden obturar y perforar el intestino del cachorro. Si no se tratan a tiempo las infecciones de los cachorros con Toxocara canis pueden ser mortales.
El diagnóstico preciso de Toxocara canis precisa del examen de materia fecal al microscopio para identificar los huevos.
Para el dueño del perro no es posible determinar un diagnóstico preciso sobre qué gusanos específicos afectan a su mascota, y por tanto qué medicamento debe emplear. Es necesario consultar a un médico veterinario.
Es muy conveniente evitar que las mascotas ingieran tierra u otra materia contaminada con huevos, pero muy a menudo esto es muy difícil de lograr. En criaderos y pensiones de perros es esencial cuidar la higiene y desinfección regular de las jaulas y locales donde están los animales, eliminar diariamente los excrementos, etc.
A las crías conviene tratarlas de modo preventivo con un antihelmíntico a partir de las 3 semanas, cada 2 a 3 semanas hasta los tres meses. Es muy recomendable tratar al mismo tiempo a las madres.
También es muy recomendable tratar a los perros adultos, aunque no haya crías, según la recomendación del veterinario en base a la situación epidemiológica local y a las condiciones particulares en las que vive la mascota (apartamento, casa con jardín, entorno rural, etc.). Si es posible y económicamente viable conviene hacer un examen de materia fecal para diagnosticar la presencia o no de éste u otros helmintos parásitos, antes de proceder a tratamientos preventivos o curativos.
Si se han adquirido un nuevo animal es muy recomendable tratarlo inmediatamente, y si posible obtener del propietario anterior el historial médico al respecto.
Todo esto es especialmente recomendable e importante en hogares donde hay niños que juegan con los perros y cachorros y podrían fácilmente infectarse con huevos o larvas. Pues los niños están especialmente expuestos a las infecciones con las larvas migratorias (larva migrans): de 1 a 4 años sobre todo por las larvas migratorias viscerales, y de 7 a 8 años por las larvas migratorias oculares que pueden causar ceguera. Para evitarlo hay que educar a los niños a lavarse las manos antes de comer, a evitar el contacto con los excrementos de las mascotas, etc. También es muy recomendable que las mascotas se acostumbren a no defecar donde juegan los niños.
Antiparasitarios químicos
Como antiparasitarios contra Toxocara y otros nematodos se usan sobre todo antihelmínticos de amplio espectro como los benzimidazoles (p.ej.albendazol, febantel, fenbendazol), el levamisol y los endectocidas (p.ej. ivermectina, milbemicina oxima, moxidectina, selamectina) y la emodepsida.Las tetrahidropirimidinas (pirantel, morantel) y los derivados de la piperazina tienen un espectro menor pero también son eficaces contra los ascáridos.
La mayoría se están disponibles en forma de formulaciones
- orales sólidas : tabletas, comprimidos, etc.
- orales líquidas : suspensiones, soluciones, etc.
- inyectables : sobre todo ivermectina y levamisol
- pipetas o spot ons : sobre todo la selamectina y la moxidectina
Algunos de estos compuestos no son eficaces contra las larvas migratorias. Por ello a menudo se recomienda repetir el tratamiento a las 2 a 4 semanas, pues se supone que en ese tiempo la mayoría de las larvas latentes se habrán reactivado y vuelto susceptibles al antihelmíntico.
-Trichuris vulpis
Trichuris vulpis y Trichuris campanula infectan a perros, y Trichuris serrata afecta ocasionalmente a gatos. T. vulpis puede ocasionalmente infectar también a seres humanos.
Trichuris tricuria, una especie de este género, causa la tricuriasis humana.
Estos gusanos se dan en todo el mundo, más en regiones cálidas tropicales y subtropicales, a menudo con presencia endémica en determinadas regiones.
El órgano predilecto es el intestino grueso (ciego y colon).
Los adultos miden de 3 a 8 cm de longitud y son de color amarillento. Tienen una forma característica que recuerda a un látigo con su mango: la parte posterior del cuerpo es mucho más gruesa (sería el mango), mientra la parte anterior es filiforme (sería el látigo). En los machos, la parte posterior está enrollada y sólo tienen una espícula. Los huevos son pardo-amarillentos, tienen una típica forma de tonel, con una membrana bastante gruesa y un "tapón" en ambos extremos, y miden unas 40 x 70 micras.
tienen un ciclo vital directo. Tras salir del hospedador a través de las heces, las larvas infectivas se desarrollandentro de los huevos tras 3 o más semanas en el exterior. Estos huevos infectivos son muy resistentes al frío, incluso a heladas, y a la sequía y pueden sobrevivir en el entorno durante años. Los huevos con las larvas infectivas infectan al hospedador final a través de pastos, aguas u otros alimentos contaminadas con huevos. Tras alcanzar el término del intestino delgado, las larvas salen del huevo y permanecen allí durante 2 a 10 días antes de trasladarse al ciego donde completan su desarrollo a adultos y se reproducen.
Los periodos de prelatencia son diferentes para cada especie y oscilan entre 50 y 90 días.
Las larvas irritan la mucosa, y los adultos penetran en la pared del ciego con sus finos extremos para alimentarse de sangre. El daño es relativamente leve y sin síntomas, salvo en caso de infecciones masivas (más de 500 adultos por animal). En este caso, puede darse enteritis, ulceración e incluso hemorragia intestinal. También puede haber trastorno de la absorción de fluidos.
Infecciones masivas pueden causar diarrea acuosa o sangrienta, colitis, pérdida progresiva de peso, anemia y a veces edema.
La detección en las heces de los típicos huevos en forma típica de tonel confirma el diagnóstico. También pueden hallarse algunos gusanos en las heces.
Como para todos los gusanos gastrointestinales se recomiendanlas medidas preventivas para reducir la contaminación de los pastos y la infección del ganado. Pero en este caso pueden ser menos eficaces porque los huevos infectivos pueden sobrevivir durante años en los pastos debido a su enorme resistencia a las condiciones adversas. No obstante, las infecciones graves son raras y las leves apenas producen daños.
Para prevenir la infección de mascotas es muy recomendable recoger a diario lo antes posible los excrementos, y en su caso, eliminar y substituir la arena, el serrín o la tierra de los lugares de juego, desinfectar las jaulas o boxes en las perreras y criaderos, etc. Como T. vulpis puede infectar también a los seres humanos, es importante emplear guantes y lavarse a conciencia las manos cuando se realizan estas operaciones.
Estos antihelmínticos están disponibles en varios tipos de formulaciones orales (p.ej. tabletas), inyectables y como pipetas (=spot-ons).
Os sigo contando cosas otro día, os hablaré de los Platelmintos ( Dipylidum caninum y Echinococcus ), también sobre los parásitos cardiopulmonares ( Dilarofilaria immitis y Filaroides osleri ), y sobres los parásitos protozoos que también afectan a nuestros perros como Babesia, Coccidia, Giardia canis, Leishmania y Toxoplasma gondii.
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